jueves, 18 de febrero de 2016

Djinn y el sol Caribeño... ¿te lo piensas? Tu aventura el próximo invierno



El #Djinn ya está surcando los mares del Caribe y descubriendo los más inóspitos y bellos parajes, islas desiertas con agua cristalina, playas de arena blanca como sacadas de una película. ¿Queréis saber como fué nuestro viaje...?

Aquí el relato del Super Capitán Paco:

Para los que os interesa la navegación... y para los que no, os voy a relatar el cruce lo más brevemente posible:

Después de dos semanas en Canarias con vientos del sureste, esperando que el Alisio se estableciera, partimos de Las Palmas de Gran Canarias el 20 de Diciembre con un norte suave, apenas 8 nudos pero, un parte prometedor de 20 a 25 nudos, que dio la cara antes de la puesta de sol, justo cuando nos dimos cuenta de que Jacinto no aguantaba el barco con portantes de esa intensidad (Jacinto es el piloto de viento, llamado así en honor a mi tío Jacinto, un pescador de bandera y mejor persona, al cual, le ganó la batalla un cáncer el pasado mes de Octubre), y por si fuera poco, el piloto eléctrico tampoco, estaba descalibrado, empezábamos bien.

Nos resguardamos al sur de Gran Canarias para intentar calibrarlo, lo conseguimos. Volvimos a partir con todo un Atlántico por delante y la esperanza, de encontrarle el "puntico" a Jacinto.

Los tres primeros días, los pasamos modificando aquí y allá, dándole mil y una vueltas a Jacinto para buscarle el "puntico" que, aunque nos hacia estar muy pendiente de él, poco a poco, conseguimos que gobernara el barco, llegamos hasta desmontarlo del espejo de popa y volver a montarlo, y por supuesto, todo esto con una mar de mil demonios. Pero no era suficiente, descuidarse un momento suponía castigar la jarcia por una trasluchada o romper un genaker... entre otras cosas que, cuando estás navegando no se pronuncian.

Así que, tomamos la decisión de hacer una escala en Cabo Verde para una última modificación más drástica.

Después de probar esta modificación y remodificarla entre la isla de Sal y San Vicente, partiríamos por fin rumbo a Martinica el 4 de Enero.

Navegábamos a rumbo directo, con una mar bastante fuerte... para variar, y viento del NE de unos 20 nudos, poco a poco la mar se iba ennobleciendo y nuestra llegada estimada era de 18 días, esto, no debería ser relevante en una travesía así, a menos de que tu mujer y tu hija vayan a aterrizar en 22 días en la isla donde tú has marcado tu destino… teníamos 4 días de margen, eso, en 2200 millas es un parpadeo.

Al bajarnos el grib (el parte de viento) vimos que al norte se formaba una borrasca bastante fuerte que desplazaría el anticiclón de las Azores hacia el sur, tanto, que nos lo colocó en medio de nuestra derrota, mandándonos viento en contra (del oeste) en plena zona del Alisio. Esto nos hizo tomar la decisión de arrumbar hacia el SSO, aún sabiendo que, nos meteríamos en plana zona de calmas ecuatoriales y corríamos el riesgo de quedarnos encalmados demasiado tiempo, tanto como para no llegar a tiempo. Aún así, bajamos hasta los nueve grados de latitud, equivalente a un incremento de 350 millas en nuestra derrota, traducido en días, tres días mas… nos quedaba un día de margen. Al llegar a los diez grados de latitud nos quedamos sin viento, la encalmada era monumental, en ese momento no crees estar en medio del Atlántico y la mar tan plana como en el Mar Menor. Nos pegamos un baño (como en el Mar Menor pero con 4000 metros de agua bajo la quilla), arrancamos el motor y seguimos, en menos de 24 horas volvió el tal deseado Alisio, suave, máximo 10 nudos, la mar plana, mayor y genaker… perfecto, los próximos 8 días iban a ser ocho de los mejores días de nuestras vidas, las condiciones eran simplemente PERFECTAS, navegar era un auténtico placer comparable a ….

Los últimos cuatro días se endurecieron bastante, un chubasco tras otro nos hacía maniobrar y cambiar velas a cada momento, era el spring final, debíamos estar muy atentos, habíamos recuperado un día y no estábamos dispuestos a cometer los errores que no habíamos cometido durante 3000 millas.

El día 23 de Enero al amanecer ya divisábamos Martinica, lo habíamos conseguido, no solo llegamos con dos días de margen, llegamos sin romper y sin rompernos nada... a la tripu, un "10".

Personalmente, pienso que El Djinn ha hecho una travesía estratégicamente “casi“ perfecta.


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